El
águila de ala cortada y la zorra
Fuente: Edyd.com
Cierto día un hombre capturó a un águila,
le cortó sus alas y la soltó en el corral junto con todas sus gallinas.
Apenada, el águila, quien fuera poderosa, bajaba la cabeza y pasaba sin
comer: se sentía como una reina encarcelada.
Pasó otro hombre
que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las
plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Repuesta el águila de sus
alas, alzó vuelo, apresó a una liebre para llevársela en
agradecimiento a su liberador.
La
vio una zorra y maliciosamente la mal aconsejaba diciéndole:
--No
le lleves la liebre al que te liberó, sino al que te capturó; pues
el que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más
bien ablandar al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente
las alas.-
Siempre
corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado
de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto